
Augusto Fernández avisa que deben estar enfocados y aislarse del recibimiento de los hinchas. "Sabemos que la gente está sensible", reconoce el volante luego de una semana hot. Ahumada, Carrizo y sus frases, polémica con Ortega... ¡A jugar
Cueste lo que cueste...". Cuando Augusto Fernández vivía en la pensión del club y miraba los partidos de la Primera desde la tribuna del Monumental, cantaba, alentaba, dejaba la garganta para colaborar con el equipo. Ahora el Negro está del otro lado, en la cancha, pero repite las mismas palabras. "Contra Independiente, cueste lo que cueste, hay que ganar. Tenemos el objetivo de salir campeones siempre y mucho más después de lo que pasó en la Copa. Sabemos que la gente está sensible. Yo hace diez años que estoy en el club, es mi segunda casa, y entiendo el enojo de los hinchas, pero no quiero pensar en el clima: sólo pienso en ganar y en seguir en la punta", dice el pibe de Pergamino.
Augusto denota dolor en sus gestos y hasta en sus palabras. Se lo ve afectado por el ambiente que se generó a partir de la eliminación ante San Lorenzo, sobre todo por la situación que le tocó vivir a su compañero Oscar Ahumada después de sus inoportunas declaraciones. El domingo pasado, ante Gimnasia, los granos de maíz que cayeron desde la mítica platea San Martín hirieron al plantel. Y el contraataque de Ahumada fue como una puñalada al corazón del hincha: "Cuando San Lorenzo se nos puso el 2-1 el estadio se enmudeció, hubo un silencio atroz. Yo jugué en la cancha de Boca y ganando 2 a 0 la gente se nos caía encima", fue, en resumen, la respuesta del 5 que profundizó el quiebre de la relación jugadores-hinchas. También JP Carrizo se descargó contra la tribuna y reconoció que en la noche fatídica ante el Ciclón "faltó aliento".
Como si faltara algo para destrozar el corazón del hincha, el viernes se supo que varios referentes del plantel le comunicaron a Simeone su malestar con Ariel Ortega y que el Cholo coincide en que algunas actitudes del Burrito no colaboran con el grupo. Sí, justo en este momento tan sensible surge la posibilidad de que el último ídolo de River abandone el club al final del semestre.
Por eso, el escenario no es el ideal para que el equipo de Simeone afronte la primera de las "cinco finales". Es muy posible que esta tarde la popular visitante conteste con banderas e insultos. Aunque Augusto quiere poner todos los sentidos en el campo de juego: "Todo va a depender de lo que hagamos adentro de la cancha, somos los primeros que queremos ganar, jugar bien y salir campeones. A medida que vayamos logrando eso en estos partidos que nos quedan, vamos a contagiar a todos los hinchas".
No es casual que el volante derecho mencione a "todos los hinchas", porque para él la situación es muy clara. "A mí también me dolió que nos tiraran maíz y escuchar a un hincha de River decir que no somos como los jugadores de Boca (NdeR: ese comentario editado por TVR fue el que provocó la polémica comparación de Ahumada). Pero no se puede juzgar a 15 millones de hinchas de River por 15 ó 20 que insultan o agreden. Cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera, pero ojalá que el domingo (hoy) nos alienten. Es lindo y lo necesitamos", analiza con su habitual reflexión y serenidad uno de los pocos que se solidarizó con el 5 en la semana. Ahora Augusto busca la reconciliación. "Necesitamos ganar el clásico. Vamos a dejar todo para lograr el Clausura. Eso sería una gran alegría para nostros. Y espero que para la gente también".
Augusto denota dolor en sus gestos y hasta en sus palabras. Se lo ve afectado por el ambiente que se generó a partir de la eliminación ante San Lorenzo, sobre todo por la situación que le tocó vivir a su compañero Oscar Ahumada después de sus inoportunas declaraciones. El domingo pasado, ante Gimnasia, los granos de maíz que cayeron desde la mítica platea San Martín hirieron al plantel. Y el contraataque de Ahumada fue como una puñalada al corazón del hincha: "Cuando San Lorenzo se nos puso el 2-1 el estadio se enmudeció, hubo un silencio atroz. Yo jugué en la cancha de Boca y ganando 2 a 0 la gente se nos caía encima", fue, en resumen, la respuesta del 5 que profundizó el quiebre de la relación jugadores-hinchas. También JP Carrizo se descargó contra la tribuna y reconoció que en la noche fatídica ante el Ciclón "faltó aliento".
Como si faltara algo para destrozar el corazón del hincha, el viernes se supo que varios referentes del plantel le comunicaron a Simeone su malestar con Ariel Ortega y que el Cholo coincide en que algunas actitudes del Burrito no colaboran con el grupo. Sí, justo en este momento tan sensible surge la posibilidad de que el último ídolo de River abandone el club al final del semestre.
Por eso, el escenario no es el ideal para que el equipo de Simeone afronte la primera de las "cinco finales". Es muy posible que esta tarde la popular visitante conteste con banderas e insultos. Aunque Augusto quiere poner todos los sentidos en el campo de juego: "Todo va a depender de lo que hagamos adentro de la cancha, somos los primeros que queremos ganar, jugar bien y salir campeones. A medida que vayamos logrando eso en estos partidos que nos quedan, vamos a contagiar a todos los hinchas".
No es casual que el volante derecho mencione a "todos los hinchas", porque para él la situación es muy clara. "A mí también me dolió que nos tiraran maíz y escuchar a un hincha de River decir que no somos como los jugadores de Boca (NdeR: ese comentario editado por TVR fue el que provocó la polémica comparación de Ahumada). Pero no se puede juzgar a 15 millones de hinchas de River por 15 ó 20 que insultan o agreden. Cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera, pero ojalá que el domingo (hoy) nos alienten. Es lindo y lo necesitamos", analiza con su habitual reflexión y serenidad uno de los pocos que se solidarizó con el 5 en la semana. Ahora Augusto busca la reconciliación. "Necesitamos ganar el clásico. Vamos a dejar todo para lograr el Clausura. Eso sería una gran alegría para nostros. Y espero que para la gente también".
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