

El apellido más común en el Gabinete también apareció de titular en River. Augusto le cambió la idea al Cholo.
Sobran los Fernández en el Gobierno: Cristina, Alberto, Aníbal, Carlos... En River, no. El único Fernández es Augusto. El que también goza de la singularidad de ser el característico volante derecho del plantel. Pero esta especialidad, no siempre compatible en el 4-2-3-1 de Simeone, lo llevó a ser ninguneado en algunas fases del 2008: sumó 980 de los 1.980 minutos oficiales. Esta semana, por caso, arrancó como titular en un ensayo, luego pasó al equipo B en la prueba del jueves y recién ayer retornó a la formación que se prepara para el clásico. Y lo hizo en el lugar de la cancha que mejor conoce: la banda derecha. El Cholo paró a Carrizo; Ferrari, Cabral, Sánchez, Ponzio; Augusto, Ahumada, Abelairas; Buonanotte; Falcao y Abreu. Así, modificó el sistema por un 4-3-1-2, retoque que incluyó el ingreso del Negro en lugar de Alexis Sánchez: control por sobre verticalidad.
Augusto había sido titular en el último partido ante Gimnasia, pero fue reemplazado por Ortega en el entretiempo. También había salido (acaso en el más polémico de los cambios) durante el jueves trágico. En su ausencia en la Bombonera, sin embargo, quedó revelado que no ha sido uno de los intocables del semestre. La razón: no se adaptó con la facilidad de Abelairas a la función de volante central y tampoco encontró comodidad cuando debió jugar en la línea de tres enganches. Si a Augusto lo pretenden varios clubes europeos es por lo que ofreció en sus flashes como ocho. Es ahí donde el Negro hizo escuela. Y es ahí donde jugaría mañana en Avellaneda.
Augusto había sido titular en el último partido ante Gimnasia, pero fue reemplazado por Ortega en el entretiempo. También había salido (acaso en el más polémico de los cambios) durante el jueves trágico. En su ausencia en la Bombonera, sin embargo, quedó revelado que no ha sido uno de los intocables del semestre. La razón: no se adaptó con la facilidad de Abelairas a la función de volante central y tampoco encontró comodidad cuando debió jugar en la línea de tres enganches. Si a Augusto lo pretenden varios clubes europeos es por lo que ofreció en sus flashes como ocho. Es ahí donde el Negro hizo escuela. Y es ahí donde jugaría mañana en Avellaneda.
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