Augusto Fernández explicó su reacción al salir: "Fue un momento de calentura y si hice algo, me equivoqué".
Fue un momento de calentura?
--Sí, tal cual... Sinceramente no me acuerdo si hice algo. Pasa que uno vive para esto y ama el fútbol. Y si es que hice algo, me equivoqué.
A Augusto Fernández, como a cualquier jugador, no le gusta salir. Menos en un momento difícil del equipo y durante un mal partido personal. Por eso, cuando fue reemplazado ante Independiente, hizo lo que hizo: saludó a Ortega, se sacó la camiseta y tiró algunas pataditas al aire antes de sentarse en el banco. Ahí fue calmado por el médico y el kinesiólogo, que le aconsejaron ponerse la 28 de nuevo. "Son cosas en caliente porque uno quiere jugar, nada más", explicó ayer.
Lo que no dice Augusto ni va a decir es que todavía no pudo encontrar su posición en el esquema Simeone. Actuó de extremo ofensivo en el 4-2-3-1, casi de lateral derecho (contra Racing), de doble cinco el domingo y de 8 clásico contra San Lorenzo por el Apertura y ante el América y la Católica por la Copa. Su rendimiento no ha sido el que lo dejó en las puertas del fútbol europeo varias veces (suma 4,96 de promedio Olé en 16 partidos). Le quitó ritmo una distensión muscular. No completó nunca los 90 minutos en el Clausura y sólo dos veces por la Copa. Tampoco metió goles.
"Yo me siento bien más allá de que puedan darse variantes tácticas. Obviamente que sé cuál es mi función y dónde me siento mejor. Pero esto es un equipo y voy a estar a disposición del técnico para el lugar en el que me necesite", sostuvo su pensamiento del Negro de 22 años que mezcló dos características salientes en el 2008: el desequilibrio habitual en el pie a pie cuando arranca y la falencia para elegir la última jugada, ya cerca del área rival.
Y mientras aseguró que en medio de este clima interno caliente River igual puede ser campeón, Augusto cerró su idea. "Siempre miro mis partidos y no creo que haya sido tan bajo ante Independiente, al contrario. Y más allá de la calentura por no seguir jugando, acepto el cambio".
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