Augusto recupera con gol su posición en la banda tras pasar por el trivote
Augusto Fernández se reencontró con el Celta. Desde
septiembre, cuando había abierto el camino del triunfo ante el Getafe no
había vuelto a ver portería. Incluso pasaba por una cuesta abajo en su
juego, pero en Málaga fue capaz de convertir un gol que puede significar
un punto de inflexión para los vigueses.
«Me gusta hacer goles y quizás se me había medio
cerrado el arco pero si algo hago siempre es insistir», comentó el
argentino, liberado de esa presión de ayudar materializando desde la
segunda línea. «Necesitaba el gol, lo necesitaba el equipo porque
faltaba poco para que terminase. Esto muy contento con el y por haber
vuelto a convertir y más que nada por poder ayudar al equipo». En la
transformación del tanto mucho tuvo que ver su apuesta: «Soy optimista y
a veces salen las cosas pero yo siempre las busco y cuando uno busca
encuentra. Justo me quedé ahí y acerté».
Entre el tanto inicial ante el Getafe en Balaídos
en el primer mes de competición y el gol de La Rosaleda hay una larga
historia táctica de por medio. Los vueltas que Herrera le ha ido dando
al sistema han ido sacando de un modo sistemático al argentino de su
hábitat natural, la línea de cal. Se ha sacrificado para ayudar por el
centro, pero a cambio ha perdido frescura en ataque. Él lo reconoce,
pero se muestra dispuesto a todo: «El míster está apostando por un
sistema en el cual yo tenía que jugar más cerrado y sinceramente siempre
intento dar lo mejor pero parece evidente que jugando contra la línea
como lo hice ayer [por el sábado] es cuando mejor rindo pero el Celta
está por encima de nombres y si el míster necesita hacer un planteo en
el cual tengo que jugar cerrado lo intento hacer de la mejor manera
posible».
En La Rosaleda el exjugador de Vélez dispuso de
cuatro ocasiones de gol según la estadística, la más clara, una dejada
de Aspas para más comenzar el partido: «Llegué bien pero cuando venía el
balón se me mete un rival y no lo vi».
A lo largo de su carrera deportiva, Augusto nunca
ha sido un goleador, aunque en las dos temporadas anteriores antes de
volver a Europa sí que vio puerta con más facilidad: Cuatro y siete
goles respectivamente.
A nivel colectivo, reconoce que el Celta
necesitaba un punto de inflexión de este calado: «Hicimos un partido
bueno, jugamos de otra manera distinta y contra un equipo que tiene
grandes jugadores, tiene mucha movilidad y jugamos de igual a igual. El
equipo necesitaba sumar como visitante, más contra equipos como el
Málaga. Cada punto para nosotros es importante en la situación en la que
estamos tenemos que sumar, y aunque la idea es sumar de a tres, cuando
no se puede ganar de visitante es importante aunque sea un punto», que
ahora tienen la obligación y necesidad de hacerlo bueno en el partido
del sábado ante la Real Sociedad.
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