
El volante por derecha muestra calma y agradecimiento con River mientras crecen rumores sobre su venta.
Por unas horas, Augusto Fernández fue el hombre de la mañana. Mientras desde Europa llegaban noticias de que varios equipos se relamen por sus servicios y el presidente José María Aguilar volvía de Londres con ofertas y sondeos para mitad de año, el Negro pisó el freno, habló de su futuro y dejó en claro que no sólo su corazón está en River: el pensamiento también lo tiene anclado en Núñez... "¿Si estoy vendido? No sé nada, yo sigo trabajando como siempre", afirmó el volante de Simeone. Y en ese marco, con el objetivo de acentuar el presente en lugar de potenciar el futuro, el futbolista de moda del plantel del Cholo aclaró: "River me dio mucho. Y sería malo que yo estuviera con la cabeza en una transferencia".
Por el momento, la única certeza que tienen en River (dueño del 70% del pase) es que difícilmente podrán retener a Augusto en junio próximo. Durante su estadía en Londres, Aguilar participó en una cumbre con Sokrates Kokkalis, presidente del Olympiakos, y con su hijo Petros, encargado de cerrar los fichajes en el equipo griego, en donde se habló sobre la posibilidad de que Augusto emigre al conjunto de Belluschi y Ledesma preferentemente durante el próximo verano europeo (o a más tardar, en diciembre). El encuentro, que se produjo luego de que ambos presidentes compartieran un palco durante Chelsea 3-Olympiakos 0 por los octavos de la Champions League, se llevó a cabo con la presencia del empresario israelí Pinhas Zahavi, quien posee vínculos estrechos tanto con River como con el club de Atenas. Al parecer, un pedido expreso del entrenador Takis Lemonis habría posicionado muy bien a Augusto de cara a los movimientos que hará el Olympiakos tras el cierre de la temporada 07/08.
Sin embargo, a Augusto también le salieron "novias" en otras ligas europeas: en Inglaterra, Aguilar recibió un sondeo del Levante y este fin de semana habría un emisario de otro club español y uno de una institución de Holanda siguiendo los movimientos del volante de River. Claro que si el técnico decide mandarlo al banco, como parece, los enviados tendrán que esperar hasta el segundo tiempo para verlo en acción: "Todos queremos jugar. La competencia es muy sana y uno deja todo en el entrenamiento, pero el que decide es él. Yo trabajo y estoy muy tranquilo", cerró en charla con De Una, por la Red.
Así, Augusto se dobla (pero no se rompe) entre los rumores cada vez más firmes sobre su inminente venta y la lucha por recuperar un lugar en la formación titular.
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