Augusto: «Soy un soldado, puedo jugar donde el entrenador me diga»

El internacional cree que la experiencia del curso pasado ayudará al equipo

Augusto Fernández llegó la temporada pasada al Celta buscando mejorar en una Liga europea y de paso ponerse en el escaparate para convencer al seleccionador argentino. Tiró todo el curso sin descanso y creció a cada partido hasta llegar a la recta final del campeonato siendo el jugador más en forma del equipo. El mejor Augusto despuntaba, y sus convocatorias con la albiceleste lo corroboraban.

Con esta carta de presentación, no es de extrañar que en las últimas semanas se le amontonasen las «novias». «Me han puesto en todos lados, pero suele pasar. Me han llamado a mí, pero siempre manifesté lo mismo, que estoy muy cómodo acá», atajaba ayer el atacante. Augusto se siente como en casa en el Celta. Ha encontrado un equipo en el que puede sacar lo mejor de su fútbol y que aspira a crecer en la Liga. Cuando las cosas peor pintaban para los celestes el curso pasado, él era de los que tiraban del carro y de los optimistas. Por eso da gracias. «Rogaba para que nos salvásemos porque mi deseo era quedarme acá, y estoy contento porque así ha sido».

Al igual que otros compañeros, el argentino se incorporó el lunes a una pretemporada que se le resistía desde hace dos años. «Para mí es muy importante, el año pasado llegué a falta de una semana para que comenzara el campeonato», y al principio echó en falta esa preparación. Ahora, ya a las órdenes de Luis Enrique, está feliz, entre otras cosas, porque es el balón el que rige el trabajo. Sobre lo que se avecina, se debate entre la ilusión y la cautela, «sabemos cuál es el objetivo, pero después, la idea es ir creciendo». Él, a mayores, tiene el reto de seguir contando para la albiceleste. «Cada citación te llega como premio a lo que haces en tu club, así que me enfoco en estar bien aquí», valora.

La temporada pasada Augusto Fernández fue el dueño indiscutible de la banda derecha, y aunque este curso han llegado refuerzos para el ataque, eso no le asusta. «La competencia es la que hace crecer un equipo, es sana y nos va a potenciar a todos». Por ahora es muy pronto para saber dónde puede encajar el perfil del argentino, pero él tiene claro que lo que quiere es jugar y por lo tanto se amoldará. «Soy un soldado y acato las órdenes del entrenador».

El internacional reconoce que «yo me siento muy cómodo afuera, pero también soy consciente de que si el equipo está bien, puedo jugar más adentro tranquilamente. Me siento capacitado para poder jugar por dentro, y obviamente que me tengo que amoldar, pero para eso tengo que trabajar, cosa que hacemos acá. Voy a ir posicionando en la posición que el míster quiere que juegue yo».