Decisivo para terminar el semestre de manera victoriosa, Augusto tuvo tiempo para todo: regalarle un nuevo triunfo a su Vélez, fundirse en un abrazo con Gareca y tocarse el corazón de cara a la tribuna alta que coreó su nombre. El Negro una vez más fue vital y en lo que pudo ser su despedida con la camiseta de Vélez, se emocionó evocando a la hinchada que "siempre me bancó".
-Augusto, ¿por qué razones ganó Vélez?
-Yo creo que fuimos inteligentes. Nos quedamos en el segundo tiempo y ellos nos empataron y a partir de ahí volvimos a crecer y creímos en nosotros. Y en líneas generales conseguimos un buen triunfo.
-¿Fue una despedida ideal?
-Es muy posible que me vaya pero no puedo asegurarlo hasta que no esté todo firmado. Ahora, sí esta fue una despedida, ¿qué más puedo pedir? Porque realmente fue la mejor. Lo soñado, ganamos, pude hacer el gol del triunfo y de ahora en más a descansar; dejo todo en mano de Dios y que sea lo mejor para el club y para mí.
-Una de tus grandes virtudes es que día a día perfeccionás tu juego y hoy puntualmente, nunca bajaste los brazos para conseguir la victoria…
-Siempre intento mejorar, lo hago en cada entrenamiento y gracias a Dios se me dieron muy bien las cosas. Ahora debo seguir creciendo porque uno nunca deja de aprender.
-Por cómo se dio el torneo, ¿da bronca no haberlo ganado?
-Y sí porque teníamos plantel y material para lograrlo. El objetivo era pelearlo hasta el final pero no se dio, pero siempre terminamos ahí y era importante sumar de tres para lo que viene.
-Te diste un fuerte abrazo con Gareca al final…
-Porque todos nos palpamos cerca, sabemos que es muy difícil que siga y me da un poco de nostalgia. Si es que me tengo que ir, me llevaré lo mejor y si me tengo que quedar, nada mejor que estar en Vélez.
En la puerta del micro que transporta al Plantel y emocionado a punto de brotar en llanto, dejó unas palabras para el hincha de Vélez que lo supo idolatrar como uno más de la casa. “A la gente de Vélez siempre la llevaré en mi corazón. Tengo el mejor recuerdo porque al comienzo, cuando llegué, me tuvieron mucha paciencia y luego hemos vivido grandes momentos. Por siempre les estaré agradecidos”.
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