Augusto Fernández, quien se quedó pese a tener ofertas, cree que Vélez crece ante las adversidades.
Tuvo la oportunidad de irse a jugar a Europa hace poco, sin embargo, tras las partidas inesperadas de Moralez y Silva, eligió quedarse porque “iba a ser un golpe duro para Vélez porque no había tiempo de incorporar”. Augusto Fernández fue pretendido nada menos que por la Roma, pero los dirigentes del Fortín prefirieron no negociarlo y el volante lo aceptó. “Siempre prioricé no entrar en conflicto con el club”, dijo. Y, Ricardo Gareca se lo agradeció. Es que, desde que arrancó el torneo, el Tigre vivió las partidas de Alvarez, Moralito y el Tanque y, además, sufrió las lesiones de Razzotti, Zapata (ya de regreso), Vuletich y David Ramírez, por lo que la ida de Augusto hubiera sido un problema en el armado del equipo. Aunque el ex River lo de otra manera. “Ante los inconvenientes, nosotros nos hacemos fuertes porque somos un equipo y confiamos mucho en este gran grupo. No importa quiénes estén o quiénes no”, aseguró, y le hizo frente a las bajas: “Nos preocupan las lesiones, pero tenemos recambio. Tenemos jugadores de la cantera que piden lugar hace rato, estamos bien”.
Al margen de eso, el volante es consciente de que el equipo de Gareca todavía no mostró el funcionamiento que supo tener el campeonato pasado. “Generalmente los arranques son irregulares para todos”, dijo, y le quitó dramatismo: “A esta altura del torneo pasado teníamos dos puntos menos, quiere decir que estamos mejor. No nos preocupa nada, confiamos en nosotros como equipo”.
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