Con lo hecho durante el primer tiempo, un golazo de Santiago Silva, y un muy buen rendimiento como equipo, Vélez Sarsfield no tuvo problemas para ganarle 2-0 a Gimnasia y Esgrima La Plata y recuperar el liderazgo en soledad en el Torneo Clausura con tres puntos de ventaja sobre Godoy Cruz.
El golazo de Silva, un tiro de emboquillada, que encontró a Fernando Monetti un poco adelantado, liquidó prácticamente el partido, en el minuto 25 del primer tiempo. Y en esto mucho tuvo que ver Gimnasia, un equipo sin respuestas ni anímicas ni futbolísticas, que apostó su suerte a aguantar y un contraataque, el cual nunca llegó.
Fue todo de Vélez en la primera etapa, porque si bien le costó quedar llegar con profundidad al arco de Fernando Monetti, monopolizó la pelota y no le dio respiro a un Gimnasia que se refugió completamente en su campo y no tuvo armas para inquietar a Marcelo Barovero.
A los 6 minutos Augusto Fernández envió un centro desde la derecha que Juan Manuel Martínez cabeceó por encima del travesaño, y a los 24 Víctor Zapata se produjo la segunda situación de gol, cuando Víctor Zapata llegó al fondo sobre la izquierda, envió un centro rasante para Fernández, quien solo frente a Monetti no pudo conectar.
Pero un minuto después, Vélez no desaprovechó la oportunidad que se le presentó y encontró su gol. Zapata mandó un pelotazo frontal, Santiago Silva paró la pelota de derecha, se acomodó y sacó, de zurda, un remate de emboquillada que se metió por sobre el cuerpo de Monetti.
Vélez pudo elevar las cifras en el minuto 32, pero Maximiliano Moralez, frente a Monetti, en vez de colocar la pelota, remató contra el cuerpo del arquero.
En el complemento Gimnasia intentó jugar en el campo de Vélez, pero su carencia de ideas y ataque, le impidió inquietar a Barovero.
Por esto, Vélez tuvo la posibilidad de manejar la pelota y llegar en varias ocasiones sobre el arco rival, pero la falta de definición de sus jugadores y la buena actuación de Monetti, impidieron que el marcador se elevase.
Esta resistencia terminó en el minuto 35, cuando el juvenil Olivier Benítez agarró dentro del área a Martínez, y Patricio Loustau, a diferencia de lo sucedido una semana atrás en el clásico entre Boca y River, sancionó falta, la cual fue transformada en gol por Moralez.
Sobre el final del partido, llevado más por el ímpetu que otra cosas, con tiros de larga distancia, Gimnasia obligó a dos grandes atajadas de Barovero. Pero este es el presente del equipo de La Plata, que ni siquiera pudo llegar al descuento.
El golazo de Silva, un tiro de emboquillada, que encontró a Fernando Monetti un poco adelantado, liquidó prácticamente el partido, en el minuto 25 del primer tiempo. Y en esto mucho tuvo que ver Gimnasia, un equipo sin respuestas ni anímicas ni futbolísticas, que apostó su suerte a aguantar y un contraataque, el cual nunca llegó.
Fue todo de Vélez en la primera etapa, porque si bien le costó quedar llegar con profundidad al arco de Fernando Monetti, monopolizó la pelota y no le dio respiro a un Gimnasia que se refugió completamente en su campo y no tuvo armas para inquietar a Marcelo Barovero.
A los 6 minutos Augusto Fernández envió un centro desde la derecha que Juan Manuel Martínez cabeceó por encima del travesaño, y a los 24 Víctor Zapata se produjo la segunda situación de gol, cuando Víctor Zapata llegó al fondo sobre la izquierda, envió un centro rasante para Fernández, quien solo frente a Monetti no pudo conectar.
Pero un minuto después, Vélez no desaprovechó la oportunidad que se le presentó y encontró su gol. Zapata mandó un pelotazo frontal, Santiago Silva paró la pelota de derecha, se acomodó y sacó, de zurda, un remate de emboquillada que se metió por sobre el cuerpo de Monetti.
Vélez pudo elevar las cifras en el minuto 32, pero Maximiliano Moralez, frente a Monetti, en vez de colocar la pelota, remató contra el cuerpo del arquero.
En el complemento Gimnasia intentó jugar en el campo de Vélez, pero su carencia de ideas y ataque, le impidió inquietar a Barovero.
Por esto, Vélez tuvo la posibilidad de manejar la pelota y llegar en varias ocasiones sobre el arco rival, pero la falta de definición de sus jugadores y la buena actuación de Monetti, impidieron que el marcador se elevase.
Esta resistencia terminó en el minuto 35, cuando el juvenil Olivier Benítez agarró dentro del área a Martínez, y Patricio Loustau, a diferencia de lo sucedido una semana atrás en el clásico entre Boca y River, sancionó falta, la cual fue transformada en gol por Moralez.
Sobre el final del partido, llevado más por el ímpetu que otra cosas, con tiros de larga distancia, Gimnasia obligó a dos grandes atajadas de Barovero. Pero este es el presente del equipo de La Plata, que ni siquiera pudo llegar al descuento.
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