Al cabo de un combate intenso, Saint-Etienne y Le Mans finalmente se neutralizaron. Teniendo en cuenta sus ocasiones en la primera tiempo, los Verdes habrían podido llevarse la victoria En cambio, después de la pausa, sufrieron mucho para logara el triufo.
Desde el castigo infligido por Lorient, el domingo último, Alain Perrin no había dejado de volver a amotinar sus tropas. El coach de Saint-Étienne había reclamado un suplemento de alma y agudo de equipo. Porque, más que nunca, la solución era mental y colectiva. Frente a Le Mans, un equipo con pocos puntos como los verdes, los habitantes de Saint-Etienne debían reaccionar. Para concretar sus buenas intenciones, el ASSE podía contar con las vueltas defensivas de Benalouane y Andreu. En ataque, Alain Perrin se había jugado al dúo Ilan-Bergessio, echado una mano por Mirallas y Sako. En frente, Le Mans había intentado un pequeño golpe de póquer titularizando a un joven guardián georgiano, Makaridze.
Los Verdes vigilantes
De entrada Saint-Etienne fue atacado. Janot interceptó un centro rasante de Baal 1o luego N' Daw birló un balón que ardía en Lamah 4o. Poco a poco, los Verdes tomaban la confianza y la seguridad. Mirallas se escapó antes de ser atropellado por Bouhours en el área pero el arbitro Sr. Piccirillo no cobro nada (7o). Cinco minutos más tarde, Ilan ejecutó el primer golpe de Saint-Étienne pero no lo hizo bien.
ILan en el momento oportuno
La réplica de Le Mans fue inmediata. Thomás resistió el regreso de los defensores de Saint-Étienne antes de dar un golpe vicioso que Janot rechazó al corner (15). La interrupción del guardián de Saint-Étienne fue tanto más decisiva como, en la pisada, los Verdes dieron en el blanco. En efecto, Sako tenia el control de la pelota, mando un entro milimetrado que Ilan repitió victoriosamente (17 e).
Desde el castigo infligido por Lorient, el domingo último, Alain Perrin no había dejado de volver a amotinar sus tropas. El coach de Saint-Étienne había reclamado un suplemento de alma y agudo de equipo. Porque, más que nunca, la solución era mental y colectiva. Frente a Le Mans, un equipo con pocos puntos como los verdes, los habitantes de Saint-Etienne debían reaccionar. Para concretar sus buenas intenciones, el ASSE podía contar con las vueltas defensivas de Benalouane y Andreu. En ataque, Alain Perrin se había jugado al dúo Ilan-Bergessio, echado una mano por Mirallas y Sako. En frente, Le Mans había intentado un pequeño golpe de póquer titularizando a un joven guardián georgiano, Makaridze.
Los Verdes vigilantes
De entrada Saint-Etienne fue atacado. Janot interceptó un centro rasante de Baal 1o luego N' Daw birló un balón que ardía en Lamah 4o. Poco a poco, los Verdes tomaban la confianza y la seguridad. Mirallas se escapó antes de ser atropellado por Bouhours en el área pero el arbitro Sr. Piccirillo no cobro nada (7o). Cinco minutos más tarde, Ilan ejecutó el primer golpe de Saint-Étienne pero no lo hizo bien.
ILan en el momento oportuno
La réplica de Le Mans fue inmediata. Thomás resistió el regreso de los defensores de Saint-Étienne antes de dar un golpe vicioso que Janot rechazó al corner (15). La interrupción del guardián de Saint-Étienne fue tanto más decisiva como, en la pisada, los Verdes dieron en el blanco. En efecto, Sako tenia el control de la pelota, mando un entro milimetrado que Ilan repitió victoriosamente (17 e).
0 comentarios:
Publicar un comentario