Del ritmo y de los fines! Frente a un equipo de Clermont batallador, los Verdes concretaron su superioridad y confirmaron su eficacia ofensiva. ¡ Misión cumplida con hermosos fines y sin heridos!
Que mejor para guardar el ritmo y la cadencia que un partido, por cierto amistoso. En el corazón de esta tregua internacional, Saint-Etienne y Clermont se habían dado cita en Feurs. Delante de cerca de dos mil espectadores, el equipo de Saint-Étienne llevado por su cuarteto ofensivo - Payet, Augusto, Ilan, Bergessio - tenía un porte altivo. Dar minutos de juego era el otro interés de esta cita. Poco titularizados hasta entonces, Dabo y Monsoreau, en medio defensivo, jugaron desde el inicio.
Augusto ataca mucho
El extremo de Saint-Étienne era ideal. El primer minuto todavía no fue despachado, Payet aceleró y puse sobre órbita a Augusto. El argentino repinchó en el centro, forzó y llamó desde la izquierda. Fabre pudo sólo comprobar los daños. Lanzados a toda marcha, los jugadores de Saint-Etienne guardaban el control. En el curso de los minutos, Clermont comenzaba a explorar el campo de Saint-Étienne pero el dúo Benalouane-NDaw tenía mucho cuidado
Clermont devuelve los contadores en igualdad
Claramente, los Verdes eran los más mordaces. Bien en el golpe, Augusto lanzó a Landrin que se presentó delante de Fabre. El guardián clermontois rechazó el balón en los pies de Payet que no capturo el rebote. EL ASSE había dejado hilar una bella pelota de break (25). Clermont sacó provecho de eso para devolver los contadores en igualdad. Haquin saltó más alto que todo el mundo para catapultar de cabeza el balón en el fondo de las redes de Saint-Étienne (26). La intensidad bajaba un punto y los debates se equilibraban. Un movimiento Payet-Bergessio no fue lejos de acabar mientras que Janot se acostó sobre un golpe rasante de Vecchione 37.
Los Verdes aceleran
De regreso de las guardarropas, Matuidi reemplazó a Landrin. Los Verdes repetían las iniciativas. Bergessio dejó de repetir un centro de Augusto 49. Tres minutos más tarde, el Argentino aceleró pero cruzó demasiado su golpe. Los jugadores de Saint-Etienne habían pasado la velocidad superior. Clermont jugaba los golpes ofensivos a fondo y una vuelta decisiva de Benalouane cortó el paso a Douillard 58.
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