15 jun 2008

Ciudadanos ilustres

Buonanotte, Abelairas y Augusto Fernández revolucionaron Teodelina, Olavarría y Pergamino, sus lugares natales. Sus vecinos los recibieron como nuevos ídolos.



La vuelta olímpica fue hace una semana en el Monumental, pero las caravanas no terminan. Gracias a los tres días libres que Simeone le dio al plantel, varios jugadores regresaron a sus lugares natales para visitar a sus familiares y se encontraron con recibimientos multitudinarios, con vecinos envueltos en banderas rojas y blancas y largas filas de autos haciendo sonar sus bocinas.

Ese panorama vio Diego Buonanotte cuando llegó por la ruta 65 a la entrada de Teodelina. Enseguida lo subieron a la autobomba de los bomberos que, escoltada por una gran caravana, lo llevó hasta el bar One Time, donde firmó autógrafos y dio una conferencia de prensa para los medios locales luego de secarse las lágrimas. Así, el Embajador Deportivo de Teodelina (título que le dieron en el 2007), sintió el cariño de sus vecinos.

Una recepción similar quería prepararle la intendencia de Pergamino a Augusto Fernández. Pero esperaban que el Negro llegara hoy y el campeón los sorprendió cuando apareció el sábado. Por eso, los festejos se trasladaron a su casa, por donde desfilaron hinchas de River hasta las 3 de la mañana de ayer para sacarse fotos con el volante que está a punto de ser transferido. En Pergamino ya se había armado una caravana apenas River le ganó a Olimpo. Y los vecinos escucharon por altoparlantes la voz de Augusto, quien atendió el llamado de una radio local para felicitarlo. El reconocimiento junto a su gente será el sábado, en una cena que organizarán los miembros de una peña fundada en diciembre pasado que se llama... Augusto Fernández, obviamente.

El pionero de este River campeón había sido Abelairas, quien volvió rápido a Olavarría y lo sorprendieron. "Hay un piquete", lo engañó su papá Enrique, quien ya sabía que estaban esperando a Matías, cuando iban por la ruta 226. Allí se encontró con cientos de hinchas que lo acompañaron hasta el palacio municipal, donde entró en andas para visitar al intendente José María Eseverri, otro fanático que se sumó a la fiesta de estos nuevos ídolos de sus ciudades.

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